martes, 4 de enero de 2011

Evelio Bernal Bernal



Actual Director de la Banda de Cornetas y Tambores


¿Desde cuándo es director de la Banda de Cornetas y Tambores?

Hace algo más de tres años. Hasta dicho momento ocupaba el cargo de subdirector, siendo José Manuel García Luna el director. Éste, por motivos personales, abandona su cargo, ocupándome yo del mismo y nombrando subdirector a Francisco Javier Manrique. Desde ese mismo momento trabajamos para situar a ésta entre las más des¬tacadas de la provincia.

¿Cómo ha evolucionado la Banda en estos tres años?

Creo que ha tenido una evolución ascendente en cuanto a número de componentes se refiere. Cuando comencé esta nueva andadura, el primer año tan sólo contábamos con 38 miembros, y en la actualidad (Semana Santa 2008) hemos salido con 75 miembros. Espero seguir creando ilusión en nuevos jóvenes y que así se animen a unirse a nosotros en esta grata experiencia. En lo que se refiere al aspecto musical, hemos logrado una mejor conjunción como grupo, cuidando bastante su afinación y, además, hemos introducido nuevos instrumentos a la Banda.

¿Desde cuándo es miembro de la misma?

Prácticamente desde que fue fundada, a comienzos de los ochenta, porque, aunque entonces era tan sólo un niño, ya que no contaba siquiera con diez años, sentía una gran ilusión por formar parte de esta agrupación.


¿Cómo cree que ha evolucionado dicha formación desde sus orígenes?

Pues comenzó con un estilo do-si bemol; posteriormente se transformó en Agrupación Musical y, finalmente, terminó como Banda de Música. Paralelamente a estos cambios se va formando otra Banda de Cornetas y Tambores, pero ya en un estilo de la Policía Armada, con do-re bemol.

¿Sigue sintiendo la juventud deseos por formar parte de esta formación?

Son muchos los que desean formar parte de ésta, lo que ocurre es que muchos de ellos, bien por falta de tiempo, o simplemente por trabajo, tienen que abandonar esta afición. Los más pequeños, normalmente, tienen muchas ganas de comenzar a ser parte de la misma, prueba de ello es que ahora somos más de 75 componentes, y, además, de todas las edades, porque contamos con un grupo que abarca las edades de los 12 a los 14 años (la gran mayoría entre los 16 y 22). y. por último, el grupo más veterano que ronda los treinta años.

Para entrar en la Banda, ¿hay que tener algún tipo de formación?


No es necesaria ninguna formación inicial. Todo el mundo puede empezar de cero; los más veteranos nos encargamos de formar y enseñar a los nuevos integrantes algunas nociones básicas de solfeo y, luego, del instrumento que quieran tocar. Esta labor es muy gratificante, sobre todo cuando se ve su evolución en el tiempo.


¿Qué momentos destacaría como más especiales de esta trayectoria como director de la Banda de Cornetas y Tambores?

Recuerdo cuando el Viernes de Dolores del 2007, en el auditorio Felipe Benítez de la villa de Rota, nos llevamos una gran satisfacción al comprobar que los asistentes a dicho concierto quedaron satisfechos al no esperar que la Banda hubiese cambiado tanto en tan poco tiempo. Ese mismo año pudimos acompañar a Ntro. Padre Jesús Nazareno de Rota en su salida procesional, en la madruga, la cual era la primera ocasión en la que una Banda de la Fundación Alcalde Zoilo Ruiz-Mateos participaba con la misma. Otro momento muy especial fue el pasado Domingo de Ramos de 2008, cuando, al finalizar nuestra actuación tras el paso de misterio de la Hdad. del Transporte, de Jerez de la Frontera, los capataces y numerosos costaleros vinieron hacia nosotros para felicitarnos por cómo había sonado la Banda.


¿Ha pensado en algún momento en abandonar la Banda?

De momento, no. Actualmente no me planteo ni cuánto tiempo voy a estar al frente de la misma, ni si retirarme, porque se trata de una afición que me está llenando de satisfacción con la que siempre he soñado, por lo que no tengo prisas para que este sueño acabe.

¿Por qué momento está pasando la Banda?

Se encuentra atravesando su mejor momento, ya que no ha dejado de crecer en lo que a número de integrantes se refiere; prueba de ello es que éramos 38 el primer año y ahora somos más de 75 componentes, y eso que hemos dejado a gente sin poder actuar porque no estaba suficientemente preparada. Musicalmente es también de los mejores momentos de la Banda, ya que el compromiso de la gente con la misma es total, y entre todos estamos haciendo que la cosa vaya cada vez mejor.

José García Luna



Segundo Director de la Banda de Cornetas y Tambores Desde 1984 hasta 2005



¿Cuánto tiempo ha estado ligado a la Banda de Cornetas y Tambores?
Más de veinte años, ya que comencé como director en el año 1984, y he permanecido en funciones hasta 2005. Todo comenzó porque yo anteriormente era el director de una antigua Banda Municipal, junto al difunto Enrique Galán, quien, a pesar de que yo tan sólo contaba con diecisiete años, confió en mí para dirigir la misma; a pesar también de que había personas mayores que yo, incluso más preparadas; pero él no dudó en que yo me hiciera cargo de estas funciones. Posteriormente me tuve que marchar fuera de la localidad para hacer el servicio militar, y en este tiempo precisamente fue cuando nació la Banda de Cornetas y Tambores Alcalde Zoilo Ruiz-Mateos, por lo que, cuando volví, me ofrecieron formar parte de la misma y, posteriormente, ya fui elegido su director con la única condición que yo exigí en ese momento y que era seguir el estilo que se estaba marcando en Sevilla; un estilo de Policía Armada, muy diferente al que aquí desarrollábamos, y que ofre¬ce muchas más posibilidades a dicha formación.
¿Dónde adquirió sus conocimientos de música?
Prácticamente todo lo que he aprendido se lo debo al maestro Enrique Galán, porque fue junio a él donde yo he adquirido todos mis conocimientos. Por ejemplo, recuerdo cuando él quería que yo tocara el trombón en la Banda Municipal y, por ello, me obligó a estudiar un año de solfeo; pero, tras probar esta experiencia, me di cuenta de que no me gustaba este instrumento, sino que quería dedicarme a la corneta, que es lo que a mí realmente me gustaba.
¿Qué recuerdos guarda de todo este tiempo?
Muchísimos recuerdos, muchos viajes, muchas horas de trabajo y, por supuesto, muy bue¬nos ratos en compañía del resto de miembros de la agrupación, personas que han llegado a ser como hermanos o incluso hijos. Por ejemplo, recuerdo a mi entrañable amigo Manolo Picón, con su "dos caballos", en el que hacíamos algún que otro viaje. También tengo muy buenos recuerdos de cuando Pepe Sánchez nos llevaba a Sevilla a escuchar a otras bandas para así conseguir toda la información posible sobre partituras y composiciones, y poder comenzar nuestra nueva andadura en el estilo de Policía Armada. En fin, recuerdos imbo¬rrables que siempre nos harán recordar los años tan felices que pasamos dentro de esta agrupación.
¿Por qué lo dejó?
Porque estaba muy cansado psicológicamente. Durante la juventud uno está mucho más despreocupado de todo y se puede involucrar más en todos estos temas; pero yo ya había

llegado a un punto en el que había alcanzado un gran desgaste. Por ejemplo, había miem¬bros preparándose para ser un corneta de primera, y una Banda necesita al menos tener diez personas de esta categoría, y aunque para llegar a este punto hace falta un gran núme¬ro de años, para abandonarlo sólo hacía falta un segundo. Y así ha ocurrido en muchas oca¬siones, por lo que me sentía muy molesto por esa despreocupación y porque tú estás muy involucrado y la gente no te responde al mismo nivel. Y hablé con Felipe Benítez Ruiz-Mateos y le dije que, en cuanto terminara los contratos que teníamos concertados, yo me marchaba.
A partir de ese momento, ¿cómo cree que ha evolucionado la Banda?
Creo que continúa aún en la misma línea, aunque también hay que tener en cuenta que aún forman parte de la misma los miembros con los que yo trabajaba, ya que tan sólo hace tres años que me retiré de esta labor, por lo que, aunque se ha ido ampliando, en cuanto a número, la base es la misma, ya que son personas que llevan más de quince años en la Banda y que cuentan con la formación a la que yo les sometí en su momento; aunque siem¬pre continuará el aprendizaje, algo que nunca termina.
¿Cuál diría que ha sido el momento más especial que ha vivido dentro de la Banda?
No podría elegir uno, ya que han sido muchos los momentos que, por una causa u otra, recuerdo con gran emoción, como, por ejemplo, cuando nos contrataron en una ocasión para la Semana Santa de Brenes y Paradas. Cuando llegamos al lugar nos quedamos bas¬tante sorprendidos porque se trataba de unas cofradías muy grandes e impresionantes, por lo que, cuando nos vieron aparecer, nosotros, que éramos una formación muy joven, hubo un momento en el que no confiaban mucho en nuestra valía. Pero, una vez que salió la pro¬cesión a la calle, empezamos a tocar un total de nueve marchas seguidas, y, tras esto, salie¬ron los costaleros de debajo del paso y nos aplaudieron durante un rato; un momento muy emocionante para nosotros. Otro momento que recuerdo con especial emoción fue la primer actuación que efectuamos para una cofradía de Sevilla, y recuerdo cómo a la gente le llamaba mucho la atención, porque no estaban acostumbrados a ver bandas de fuera de la ciudad.
¿Y algún momento más difícil?
Por supuesto que siempre recordaré el momento más duro dentro de esta agrupación, cuando tuve que decidir que me marchaba; y aunque me ha costado mucho despegarme completamente de la Banda, con el tiempo también me he alegrado de haber tomado esta decisión. También recuerdo otros momentos duros, porque, en más de veinte años de trabajo, no pueden ser todos momentos fáciles y felices, ya que fue tremendamente difícil introducir el nuevo estilo en la provincia de Cádiz, porque esta zona no estaba acostumbra¬da a ésta nueva vertiente de la Banda y muchos no la aceptaban. Incluso recuerdo un caso en la Semana Santa en la que la gente estaba muy contenta con nuestra actuación, hasta momento en el que se enteraron de que teníamos un estilo sevillano.
Y ya se sabe, por la rivalidad que hay: a partir de ahí, todo cambió.

José Luis Corbeto Gómez






Primer Director de la Banda de Cornetas y Tambores Desde 1981 hasta 1984



¿Cómo surgió todo?
Yo era el director de la Banda de Cornetas y Tambores del Ayuntamiento de Rota por aquel entonces, pero, tras un tiempo que tuve que marcharme a Barcelona por causas laborales, me retiré un poco de la actividad musical. En cuanto volví de nuevo a la Villa el entonces director de la Banda Municipal, Enrique Galán, me propuso que me hiciera cargo de esta formación de la Fundación, y no lo dudé ni un sólo momento, por lo que en tan sólo vein¬te días nos preparamos como pudimos, y los suficientes y pocos ya salimos a actuar a la calle, prácticamente sin uniforme.
¿Y los músicos tenían alguna preparación?
Contábamos con los antiguos miembros de la otra Banda de cornetas, aunque también se trataba de una formación con muchos integrantes nuevos, hasta un total de 45 personas, con mucha ilusión y con algunos instrumentos prestados. Ensayábamos lo que podíamos y, en pocos días, pudieron aprender las cinco o seis marchas básicas de cualquier agrupación de este tipo. Y aunque no tenían los conocimientos con los que contábamos los más anti¬guos en estas lindes, pudimos salir adelante, porque ya se sabe que la ilusión mueve mon¬tañas, y eso es lo único que no nos faltaba.
¿Usted contaba con algún tipo de preparación musical?
Yo estoy tocando la corneta desde que salí del colegio, en el año 1971, en las diferentes bandas de Rota. Y, a pesar de no saber nada de música, he aprendido a tocar de oído. Los conocimientos los he ido adquiriendo a marcha forzada, ya que no sólo he sido director de esta Banda, sino que he formado otras seis.
¿Cómo era la Banda de entonces?
Muy sencilla, en todos los aspectos. Tan sólo tengo que acordarme de nuestro uniforme de entonces, que era un pantalón negro y un jersey de pico rojo; hasta la Semana Santa de 1982. Donde ya pudimos lucir un nuevo uniforme que nos regaló la Fundación. Entonces había chavales desde los doce a los trece años, hasta los de mi edad, que éra¬mos los mayores con tan sólo veintitrés años. Con una gran ilusión fuimos sobrevivien¬do a los inicios de un grupo musical, que como ya se sabe son los momentos más difí¬ciles que siempre vive cualquier formación; pero también puedo asegurar que habrán sido seguramente los más gratificantes que hemos vivido de todos los que entonces formábamos parte de dicha Banda.

¿Cuánto tiempo estuvo ligado a la misma?
Desde finales de 1981, cuando comenzamos los primeros ensayos, hasta la Semana Santa del año 1984, fecha en la que me marché a la Banda de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno.
¿Qué recuerdos tiene de aquella etapa?
Ninguno malo, porque tengo una buena relación con todos los miembros, tanto de la Banda de entonces como de la Fundación. Además, mantengo recuerdos imborrables de aquella época, como la actuación en nuestra primera Semana Santa, unos días en los que estuvimos tanto en Rota como en otras localidades cercanas; y sobre todo recuerdo el viernes de Madrugada, en el acompañamiento del Nazareno de Morón, cuando tan sólo estábamos a quinientos metros de la iglesia y eran las doce de la mañana. El pueblo se volcó de tal forma, cantando saetas y pidiendo a nuestra Banda que tocara una y otra vez, que, cuando nos dimos cuenta, eran las cuatro y media de la tarde, y estábamos todavía en la calle, y ese mismo día llegamos a Rota con el tiempo justo de cambiarnos de ropa, porque teníamos que salir con la Hermandad de la Veracruz.
¿Cómo piensa que ha evolucionado la Banda?
Yo creo que ha sufrido una evolución del quinientos por ciento. Aunque he pasado mucho tiempo trabajando fuera, cuando he vuelto a Rota siempre me ha gustado ir a ver alguna de sus actuaciones, y me quedo ensimismado comprobando el nivel alcanzado y la diferen¬cia de lo que era y cómo es actualmente. Además todo comenzó con una simple Banda de Cornetas y ahora cuentan con una profesionalidad en la que se notan las muchas horas de ensayo, además de haber adquirido un estilo sevillano, que se aleja mucho del estilo de la Legión con el que empezamos nosotros.
Debe ser un orgullo ver hasta dónde ha llegado la Banda que usted inició...
Completamente. Es más, el actual director, Evelio, comenzó en mi etapa como director cuando tan sólo era un niño. Fui yo mismo el que le enseñó a puntear, y ahora es un genio tocando, lo que me produce una gran satisfacción. En definitiva, se trató de una ilusión en la que puse todos mis esfuerzos en su momento, ya que puse en juego mi familia e incluso mi trabajo por estar en algunos sitios junto con esta Banda, por lo que estoy muy satisfecho de que ese proyecto, en el que tanto me esforcé, siga adelante y de una forma tan encomiable.

¿Qué actuaciones destacaría de aquella época?
Por destacar alguna puedo decir que recuerdo con especial ilusión la primera Semana Santa en la que, como ya he dicho, estuvimos en diversas localidades tocando con pocos conocimientos, pero con mucha ilusión; aunque realmente, y a pesar de la corta trayecto¬ria al frente de esta agrupación, no podría relatar todos los momentos emocionantes que hemos vivido.